15 mayo 2007

 

Un escritor argentino y manacorí. Materia orgánica. 'Irène Némirovsky'. Un artista imprescindible. Nuevo récord para Santiago Calatrava.

Alejandro Blasi (Buenos Aires, 1998) reside en Manacor. Entre sus numerosas actividades (que pueden consultarse en su web personal), este polifacético argentino mantiene una colaboración con el portal Manacor Manacor, donde firma crítica de música. Músico, pintor, artista digital siempre muy influido por el mundo de los sueños, y ahora también escritor: su primer libro de cuentos, El árbol de los prodigios (Córdoba, Argentina, 2006), nos trae ecos de narradores como Poe, Lovecraft, Borges o Cortázar.

Damià Ramis presentó en Fran Reus su Matèria orgànica, una colección de técnicas mixtas sobre madera que se aproximan a la impronta del fósil o al aspecto de un apasionado bajorrelieve. La muestra se basa en imágenes de la naturaleza, en un amplio abanico: las criaturas abisales, las propias del desierto y las más domésticas; insectos inquietantes y toros simbólicos. Ramis aúna en su obra una maestría técnica y un conocimiento de la naturaleza admirables.

Joan Guasp presentó no hace mucho su monólogo teatral Irène Némirovsky (Barcelona: Proa, 2007). El escritor conseller confronta eficazmente los últimos momentos de la vida de la escritora francesa (una judía de origen ucraniano asesinada por los nazis en Auschwitz) con un episodio de juventud que tiene mucho que ver con su novela corta El baile, considerada por muchos una verdadera joya de la literatura universal. El nuevo tratamiento del tema enriquece esta tragedia memorable.

Luis Vidal, conquense afincado en Búger desde 1991, hace de la pintura una técnica novedosa. Expone hasta junio en Galeria Mediterrània una serie de intensos colores sobre blancos cuarteados que sugieren algo así como una ebullición matérica, que él somete al plano con una aparente y enorme destreza. Los gestos rotundos, cierto aire rupestre, una autenticidad que se refleja tanto sobre el lino como en sus libros de artista lo convierten en un autor imprescindible.

Santiago Calatrava pulveriza marcas. El ayuntamiento de la ciudad de Chicago acaba de aprobar su proyecto del que será el edificio más alto de los Estados Unidos, el Chicago Spire. Con 610 metros, superará los 542 de la Torre de la Libertad, actualmente en construcción en Nueva York, y los 410 de la Torre Sears, también de Chicago, hasta hoy la más alta de América. Las obras empezarán inmediatamente; se espera que terminen en 2010.